lunes, 3 de noviembre de 2008

LA FELICIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS

En estos días que el mundo está viviendo una de las crisis financieras más serias de los últimos tiempos, me viene a la cabeza la cuestión que plantea Marx entre “tener” y “ser”.

El consumo de lo exclusivo se había convertido en un rito habitual. Consumimos con ansia, preocupados sólo por poseer y entrando en un círculo vicioso. Consumimos sin pensar en nada más, porque así somos más manipulables.

La promesa de un progreso fácil e ilimitado nos ha hecho perder de vista que el progreso real radica en el “ser” y no en el “tener”. El avance del malentendido “estado de bienestar” se sigue produciendo sólo en los países del mal llamado “primer mundo” y la brecha entre ambos mundos se hace cada día más grande.

De alguna forma, convirtiendo todo lo que existe en objetos de consumo, lo hacemos también con nosotros mismos y nuestro éxito en la vida se mide en función de cómo te perciben los demás. Quizás sea un buen momento para analizar si la felicidad se mide en posesiones o en factores más intangibles. Un análisis aparentemente tan obvio encierra una gran complejidad, pero la solución a la crisis económica no es válida cuando hablamos de una crisis vital y existencial. No ser cautivos de cosas supérfluas nos ayudará a desarrollar una personalidad más fuerte, segura y feliz.

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